Kaizen viene de las palabras japonesas “Kai” y “Zen“, que hacen referencia a la acción del cambio y la mejora continua.
Es decir, la metodología kaizen trabaja para que el negocio sea mejor que ayer, Esto se debe a que los continuos cambios tanto en tecnología como en los hábitos de los consumidores obligan a las empresas a adaptarse. Pero a una velocidad mayor de lo normal. Y cómo no, ofreciendo una mayor variedad de productos y servicios con un menor coste y tiempo de respuesta.
¿Cómo aplicar este modelo?
Todo parte del compromiso. Sin él, la metodología kaizen no podría aplicarse a la organización ni a ninguna de sus áreas. A rasgos generales la implementación del modelo surge de un planteamiento y la puesta en marcha de una hipótesis mediante un experimento que la valide. Y todo esto se resume en los siguientes pasos:
- Plan (Planear). Teniendo en cuenta la situación actual del negocio se debe partir desde un objetivo marcado. Analizar cuál es el problema y definir el plan de acción.
- Do (Hacer). Definir las acciones que desarrollarás en tu plan. Y, a continuación, deberás ponerlas en marcha.
- Check (Comprobar). Analizar los resultados obtenidos y contrastarlos con la información. Solo si se han obtenido los resultados que te marcaste podrás avanzar. De lo contrario, deberás volver al principio.
- Act (Actuar). En caso de que las acciones que marcaste logren cumplir con los objetivos, es necesario proceder a estandarizarlas para fijarlas en los procesos. Como un proceso de mejora continua. Cada una de las acciones la podrás utilizar para pensar cómo mejorar la siguiente vez.
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